La celulitis consiste en la acumulación de grasa blanca, líquido y toxinas. Aparece debido a las
hormonas, la edad, el sedentarismo y los malos hábitos principalmente. Existen tres tipos de
celulitis y no todas se combaten de la misma manera:

CELULITIS BLANDA: Se presenta en mujeres a partir de los 35 o 40 años y es la más común. Se
reconoce por su aspecto gelatinoso y flácido y aparece en muslos, glúteos, brazos y abdomen.
Incluso también en espalda. No es una celulitis dolorosa y empeora mucho con la falta de
ejercicio.

CELULITIS DURA: Se presenta sobretodo en mujeres jóvenes incluso aunque se lleve una vida
activa con práctica de deporte y una alimentación equilibrada. Esto es debido a que se debe a
causas genéticas o alteraciones hormonales. Es la celulitis más dolorosa con un aspecto rígido
y compacto. Suele aparecer en caderas, muslos y glúteos. Las mujeres con tendencia a este
tipo de celulitis, también suelen presentar estrías en las mismas zonas.

CELULITIS EDEMATOSA: Suele aparecer entre los 20 y los 40 años y empeora con la
menopausia. Es debido a la mala circulación o mal funcionamiento del sistema linfático. Las
mujeres que lo sufren también presentan retención de líquidos y también provoca varices. Es
dolorosa y puede causar pesadez de piernas.
Una vez tengamos claro el diagnóstico, podremos ofrecer el tratamiento más idóneo que
normalmente será una combinación de tecnologías e infiltración de mesoterapias. El abordaje
es multidisciplinar y es primordial tener en cuenta también una mejora de los hábitos
alimenticios y de entrenamiento en los casos que sea necesario.